Lorena y Alberto, Toledo. Nacimiento en enero de 2020

Nos casamos después de cuatro años y medio de noviazgo, era octubre de 2014. Desde siempre, la ilusión había sido que llegaran los hijos pero éramos conscientes de que no sería fácil pues Lorena estaba diagnosticada de SOP (síndrome de ovario poliquístico).

Ante esta situación, su ginecólogo le comentó que lo mejor era tomar pastillas anticonceptivas durante un tiempo para forzar que bajara la menstruación todos los meses. Aquello no era eficaz y la regla no aparecía ni con esas, lo único que consiguió fue que cada vez tuviera más bello en la cara. Ella misma decidió dejarlo unos años antes de la boda.

Poco después de casarnos, decidimos realizar el curso de métodos naturales impartido en el Centro de Orientación Familiar de la archidiócesis de Toledo.

Aprendimos el método sintotérmico y el resultado fue unas gráficas que mostraban un ciclo desastroso. No había manera de saber si había ovulación, los ciclos eran interminables... Fue por eso que las monitoras nos hablaron de la Naprotecnología y de la Dra. Mena de Zaragoza que había empezado consulta de esta especialidad, un método novedoso para casos como el mío. En ese momento no le dimos importancia y decidimos ir a la Seguridad Social. Era el año 2015.

Tras pasar por varios médicos, la conclusión fue clara: no podríamos quedarnos embarazados sin ayuda. La “solución” pasaba por la inseminación artificial o la fecundación in vitro. Para nosotros la técnicas de reproducción no eran una opción, decidimos rechazarlo y nos dieron el alta por “no poder hacer nada más por nosotros”.

Pasó el tiempo y el embarazo seguía sin llegar. Nuestra desesperación aumentaba y nos llegamos a plantear por qué no acudir a las técnicas de reproducción, tal vez habría que dejar de lado los principios morales y pensar más en nosotros.

La madre de Lorena, al vernos agobiados, decidió por su cuenta investigar qué era eso de la Naprotecnología que nos habían hablado años atrás, y tras dar con la página de la Asociación Española de Naprotecnología www.naprotec.org, se puso en contacto para informarse. La madre de Lorena nos invitó a hablar con la Asociación, ya que una cosa es informar y otra atender el caso concreto. Y así nos animamos a pedir una cita. Nos atendieron Venancio y Jordina que, después de informarnos y valorar nuestro caso, nos pusieron en contacto con la Dra. Marcos de Madrid que fue nuestra monitora de Creighton y médico especialista en Napro. Era marzo de 2018.

La Dra. Marcos en todo momento estuvo siempre a nuestro lado. Desde la primera visita sentimos que habíamos encontrado un médico que nos escuchaba y nos ofrecía soluciones en vez de problemas.

Estuvimos algún tiempo haciendo las gráficas y el “día pico” no aparecía. Empezaron los análisis hormonales y con ellos las primeras soluciones. A cada problema (azúcar, ciclos muy largos, hormonas descompensadas, reglas inexistentes, etc.) la doctora ponía una solución médica, pero la ovulación seguía sin llegar.

No podemos negar que durante ese tiempo también tuvimos bajones. En varias ocasiones Lorena iba a la consulta con la intención de que fuese la última, pero empujada por Alberto que no perdía la esperanza en la Naprotecnología.

Como si fuese obra de Dios, en esas consultas la doctora nos mostraba algún avance que hacía que siguiéramos con el tratamiento, aunque en nuestro interior resonaba la frase que nos dijo en la primera consulta: “Vamos a buscar los problemas, pero no os puedo asegurar que salgáis de mi consulta embarazados”. Ningún médico nos había hablado con tanta sinceridad, cosa que agradecimos desde el inicio.

Después de doce meses y un tratamiento para los problemas de ovulación, el día 3 de mayo, día antes de la fiesta de nuestro pueblo, Lorena decidió hacerse un test, sin ninguna esperanza, ya que no había ningún motivo diferente a los anteriores ciclos.

Y cuál fue nuestra sorpresa… ¡salieron dos rayas! ¡¡¡¡¡ERA POSITIVO!!!!! Inmediatamente llamamos a la doctora y nos dió las pautas de cómo proceder. Empezaba lo bueno…o no. Era mayo de 2019.

El embarazo no fue fácil. Al poco tiempo Lorena comenzó a sangrar y los miedos volvieron… pasó un embarazo muy controlado por la Dra. Marcos con análisis semanales por el riesgo de aborto y con progesterona para controlar los niveles.

Gracias a Dios y al trabajo de la doctora el día 5 de enero de 2020, Víspera de Reyes, nació Juan Pablo. Nuestro mayor regalo.

Estamos super agradecidos a Naprotec y a la Dra. Marcos por su comprensión y acompañamiento en todo el proceso y por habernos ayudado a que Juan Pablo esté hoy aquí con nosotros.

Alberto y Lorena.