Marta y Miguel, Barcelona
Somos Marta y Miguel Ángel. Nos casamos en 2018. Nuestra aventura como matrimonio empezó lejos de nuestras ciudades de nacimiento. Por motivos de trabajo nos mudamos a Barcelona, lejos de la familia y amigos de toda la vida.
Habíamos vivido parte de nuestro noviazgo a distancia, por lo que este comienzo fue un regalo. Muchos viajes, nuevo trabajo, nueva comunidad parroquial, etc. creo que por todos estos cambios no le dimos mucha importancia a que no llegaran los hijos.
Según pasaba el tiempo veíamos cómo otros matrimonios cercanos sí tenían hijos. Empezamos a preocuparnos un poco más, pues aunque no nos obsesionaba, no habíamos tenido ni un test de embarazo positivo en todo este tiempo.
Marta era muy irregular en sus ciclos así que nunca sabíamos si era un retraso real u otra cosa. La insistencia de una ginecóloga de la familia que había oído hablar de la Napro nos animó a hacer la primera llamada:
- ¿Qué perdéis? Nos decía ella, tened en cuenta que luego se requiere tiempo para las pruebas y el tiempo que pasa juega en vuestra contra.
Contactamos con la Asociación Naprotec y nos atendió Venancio Carrión. Nos explicó todo el proceso, primero aprender a graficar, luego la parte de investigación médica. El primer paso de registrar ciclos nos agobió y creímos que podíamos perder la espontaneidad en el matrimonio así que, después de pensarlo conjuntamente, decidimos no empezar.
Cuatro meses más tarde, al ver que Marta tenía dolores de regla pero que en las consultas de ginecología lo veían todo bien y nos decían que solo teníamos que relajarnos, volvimos a contactar con Venancio para iniciar el proceso de estudio, ahora estábamos convencidos de dar un paso necesario. Anna Jarmolinska fue nuestra monitora de Modelo creighton la Dra. María Victoria Mena el Médico Consultor que estudió nuestro caso.
Anna iba resolviendo con mucha paciencia todas nuestras dudas con el sistema de registro, pues al principio éramos bastante inseguros y vimos cómo los ciclos eran muy largos pero parecía que se repetía un patrón. La doctora Mena nos atendió y nos mandó muchísimas pruebas, a los dos. Empezamos a cambiar la alimentación, y tomar algunos suplementos que ayudaran a tener el cuerpo lo más preparado posible todo ello acompañado de analíticas en días muy concretos del ciclo que luego eran estudiadas al detalle por la Dra. Mena.
Los ciclos empezaron a acortarse con la medicación, lo primero que notamos es que Marta dejó de tener síntomas de menstruación, ya no había dolor de ningún tipo, y parecía que el cuerpo tenía más energía. Los meses seguían pasando y después de casi un año de muchas pruebas, con resultados dentro de la normalidad, la doctora nos propuso empezar con ovitrelle, pero el primer mes no fuimos capaces de reconocer el día de ovulación ( y mira que teníamos las gráficas controladas) y el segundo mes... Test de embarazo positivo!! Sin haber usado el ovitrelle. Era 2 de enero, ¡vaya regalo de Reyes adelantado! Pero este bebé no se quedó con nosotros, haciendo un seguimiento desde el principio, la Dra. Mena vio que la hormona del embarazo no evolucionaba como debía y no se pudo hacer nada. Con mucha pena, pero más esperanza, seguimos obedeciendo a la Dra. Mena que buscaba minuciosamente cualquier alteración para corregirla. En todo este tiempo la Dra. Mena nos recordaba que los hijos los da Dios, que no son obra nuestra… en junio nuevamente, Marta estaba embarazada pero a las pocas semanas vivimos otro aborto. En ninguno de los abortos hizo falta legrado y la recuperación fue buena. Rezamos muchísimo, en todo momento nos sentimos acompañados, fueron meses duros pero fortalecieron el matrimonio.
No queríamos entrar en la obsesión, por lo que decidimos aceptar unas últimas pruebas antes de empezar a plantear una laparoscopia para ver si encontraban algún otro motivo, pero al poco tiempo llegó un tercer positivo.
La Dra. Mena tenía sospecha de trombofilia y esta vez, aunque no había nada concluyente, Marta tomó heparina desde el primer momento por indicación de la Dra. Mena. Después de un embarazo maravilloso y descubrir que hay una pequeña trombofilia que posiblemente haya sido la causante de algunos problemas de implantación, tenemos a Miguel con nosotros. Un regalo del cielo.