Volviendo a la Napro



Somos Raquel y Pablo, y esta es la segunda parte del testimonio. El primero lo compartimos hace 5 años.

Podemos decir que hemos vuelto a la Napro. En 2017 nos iniciamos en este camino y después de dos años de tratamientos y una operación decidimos hacer un parón. Estábamos muy agradecidos pero era necesario tomar un respiro. El diagnóstico en aquel momento fue que Raquel tenía endometriosis (por eso fue operada), las hormonas revueltas y baja reserva ovárica en referencia a la edad.



Tras dos años de pausa y de iniciar nuevos caminos, Raquel se quedó embarazada en junio del 2020. Fue totalmente inesperado, ya ni graficábamos…así que después de asimilar aquel positivo tan deseado, decidimos escribir a la Dra. Mena, que fue la que nos estuvo tratando la primera vez. Muy emocionada y contenta de nuestra noticia, se puso en marcha desde el primer día y empezamos con analíticas de sangre cada dos días para ver la evolución de las hormonas las primeras semanas de embarazo. Sobre la semana 6 vio que la progesterona empezó a caer y de urgencia nos hizo ir a un hospital a ver si había embrión o si lo habíamos perdido…gracias a Dios nuestro Mateo estaba bien agarrado y latiendo fuerte, así que nos recetó progesterona que mantuvo hasta la semana 37. Si no nos hubiera controlado la progesterona tan temprano y hubiéramos esperado a ir al ginecólogo como protocolo en la semana 8, seguramente hubiéramos perdido a nuestro hijo. Con tratamiento de progesterona, vitaminas y mucho control por parte de la Doctora, el embarazo transcurrió perfecto, nació justo en la semana 40.

Habiendo vivido 5 años de esterilidad pero con la alegría de Mateo en casa, desde el primer momento esperamos al hermanito nuevamente con la ayuda de la Napro. A día de hoy, estamos con nuevas pruebas y esperando resultados, pero de momento Raquel hace una dieta libre de gluten, lactosa y azúcares y toma una serie de vitaminas. Sigue con quistes de endometriosis, ya que ésta se va reproduciendo con el tiempo, pero la intención es reducir estos quistes gracias a la alimentación.

Queremos aprovechar para destacar el cariño y la sabiduría con la que nos tratan y acompañan en nuestra situación, nos sentimos que realmente importamos y quieren saber el por qué de nuestra situación. Por el momento, el cambio de alimentación ha mejorado la salud de Raquel y ya solo por esto vale la pena emprender este camino.

Solo Dios sabe qué pasará, pero como nos dijo un día la Dra. Mena: “estamos cultivando y arreglando el campo por si un día llega el momento, que esté todo bien preparado”.