La segunda ginecóloga que trató mi problema me recetó unos integradores de ácido fólico, que no llegaron a solucionar el problema. Fue gracias a Ana María Ramírez, consultora del Creighton Model, que mi situación dio un giro decisivo. En primer lugar realizamos una observación detallada de mis ciclos menstruales, y vio que existía una presencia muy escasa de progesterona, y además muchos ciclos menstruales sin ovulación.

Siguiendo siempre su consejo y el de la Dra. Konecka, especialista en Napro, realicé unos análisis de índice glicémico, ya que las personas con ovario poliquístico solemos tener problemas de hiperinsulinismo. Se verificó la presencia de índices muy elevados de glucosa en mi sangre.

Con todos estos datos comencé una terapia controlada por estas dos especialistas, y en tan solo un mes, pude observar una mejoría. En tres meses después del diagnóstico, conseguí adelgazar diez kilogramos, y quedarme embarazada.

Agradezco enormemente el haber conocido el Modelo Creighton y la Napro, ya que me ha dado la posibilidad de conocerme mucho mejor, de entender mi físico y mi ciclo menstrual. Gracias a su aplicación tengo una vida más sana, he podido ser madre y se ha reforzado la relación de pareja con mi marido, ya que él también se ha implicado en todo el proceso.