Testimonio desde Bilbao

Desde siempre he tenido la ilusión de encontrar un hombre para formar una familia y un fuerte deseo de ser madre. En 2018 me casé con mi marido. Aunque lo intentamos, el hijo no venía así que nos pusimos a buscar opciones, nos indicaron varias propuestas de técnicas de reproducción pero me di cuenta que cada opción que nos presentaban era más cara que la anterior. Me horrorizaba el planteamiento de tener hijos congelados como se proponía en algunas de estas técnicas. Yo estaba desesperada y desmoralizada.


En esta situación vital, participé en una charla de las jornadas de fe y familia donde mencionaron sobre la Naprotecnología y literalmente salí de la conferencia para buscar en internet y al momento escribí al chat de la Asociación. Esa misma tarde estaba hablando en una asesoría sobre mi flujo vaginal. Al principio quedé algo desconcertada, no terminaba de comprender las preguntas sobre mi ciclo en relación a mi preocupación de ser madre.


De esa conversación aprendí muchas cosas desconocidas para mí, pero sobre todo me quedé con la idea de que realmente soy fértil pocas horas; cuando ovulo y mientras vive el óvulo, unas 12 o 24 horas.


Yo había seguido las indicaciones de mi ginecólogo: tener relaciones frecuentes, pero no se trataba sólo de frecuencia, con una ventana de fertilidad tan limitada, hay que conocer el ciclo para saber cuándo es el momento ideal.


Al siguiente mes de aplicar los consejos que me dieron en Naprotec, me quedé embarazada con 39 años. Nuestro hijo ha llegado por unas buenas orientaciones en la asesoría personalizada que ofrece Naprotec frente a todas las explicaciones de técnicas carísimas donde debía tener embriones congelados para ir probando suerte y la preocupación añadida sobre qué se haría con el resto de embriones llegado el momento.


Seguimos abiertos a la vida, no llega el segundo. Estamos muy agradecidos a la labor de Naprotec por tener consejos y un camino para los matrimonios que nos vemos en estas situaciones donde el deseo te puede llevar con facilidad a las técnicas de reproducción. Gracias por dedicar vuestra vida a la vida.